Toulouse, mediante el uso de datos, ha sido muy elogiado por su reclutamiento inteligente en los últimos años. Thijs Dallinga, Branco van den Boomen y Logan Costa firmaron por honorarios nominales antes de sobresalir con TéFéCé, estableciendo un modelo que muchos rivales han intentado –y fracasado– replicar. Yann Gboho es el último revolucionario en materia de bajo costo.

Al no haber logrado abrirse paso en el club formativo Rennes, un traslado al Cercle Brugge, un club afiliado de Mónaco, revivió su joven carrera. Los monegascos Tiene la primera opción sobre todos los jugadores del Círculo, y quizás Gboho sea el que se escape. En cambio, fue Toulouse quien lo fichó, y por sólo 2,5 millones de euros el pasado mes de enero. Su impacto fue inmediato, aunque no se reflejó del todo en sus estadísticas hasta el momento (seis goles, seis asistencias en 35 apariciones).

Es un extremo de retroceso, un jugador que disfruta mucho y proporciona una gran alegría al vencer a su hombre una y otra vez. En la Ligue 1, solo Moses Simon ha completado más ataques que Gboho esta temporada, mientras que ocupa un lugar alto en esta métrica en las cinco principales divisiones de Europa. Gboho ha completado 34 tomas; como referencia, Kylian Mbappé ha completado 38 y Vinícius Jr. 39; ese es el tipo de compañía que mantiene. En una liga dominada por el físico y la intensidad, destaca la increíble capacidad técnica de Gboho.

Dembélé y Gboho tienen algo en común

Un jugador llamativo que atrae a los aficionados al estadio y que influye en los resultados del TFC, contribuyendo a que vuelva a estar en forma en noviembre y aliviando los temores, ciertamente inverosímiles, de descender. El compatriota de Gboho, Ousmane Dembélé, fue descrito como el “El jugador más desestabilizador” en el fútbol mundial, y aunque opera en la banda contraria, le da una oportunidad al atacante del PSG.

El problema de Gboho, y lo es si quiere dar el siguiente paso en su carrera, es el mismo que ha perseguido a Dembélé durante toda su carrera: la eficiencia. Tiene la capacidad técnica para jugar con su oponente pero también se trata de castigarlo y eso es algo que todavía no hace lo suficiente.

2024, para Gboho, ha sido un año abrumadoramente exitoso. Al regresar a Francia tras su fracaso en Rennes, ha demostrado que está hecho para este nivel; 2025 nos mostrará si es capaz de rendir a un nivel aún mayor, potencialmente también en un club más prestigioso.

GFFN | Lucas Entwistle



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