La temporada de debut de Ludovic Blas con el Stade Rennais el año pasado apenas estuvo a la altura de las expectativas que generó su traspaso de 15 millones de euros procedente del acérrimo rival bretón, el FC Nantes. El ex capitán de Les Canaris tuvo que ganarse el cariño de los aficionados del Rennes y se complicó las cosas con actuaciones inconsistentes en un equipo tartamudo, lo que le hizo perder su lugar en el once inicial. La temporada pasada solo fue titular en 18 partidos de la Ligue 1, con un magro resultado de cuatro goles y una asistencia.
Blas también provocó un ligero malestar dentro del equipo cuando intentó aumentar estos números al lanzar el penalti que no debía lanzar, ya que Martin Terrier era el lanzador normal en ausencia de Benjamin Bourigeaud. El portero del Clermont, Mory Diaw, acertó. Luego, Terrier anotó un doblete y Blas fue abucheado rotundamente fuera del campo por su sustitución.
Blas reconoció que cometió un error, pero este “penaltygate” resumió su temporada de debut en Roazhon Park: una oportunidad desperdiciada para seguir adelante después de temporadas notables en Nantes que culminaron con su triunfo en la Copa de Francia de 2022. Pero aprovechó este momento para levantarse y acelerar.
“Me ayudó. Me impulsó a seguir demostrando lo que hacía bien en los entrenamientos”, dijo Blas durante la rueda de prensa previa al partido del pasado mes de marzo. “Puede que tengas la impresión de que no estoy dando lo mejor de mí o que no estoy haciendo ningún esfuerzo, pero es mi juego. Mostrarles a mis compañeros que puedo cambiar ciertas cosas puede ayudarlos a confiar en mí. No hay mejor sensación en un equipo que la confianza de tus compañeros en ti”.
Un año de suertes contrastantes para Blas
El vertiginoso mercado de fichajes de verano del Rennes (con las salidas de jugadores veteranos como Enzo Le Fée, Benjamin Bourigeaud y Martin Terrier) significaba que se esperaba que Ludovic Blas compitiera con el recién llegado Albert Gronbaek por un puesto en la punta del mediocampo de diamante de Julien Stéphan. Pero en ausencia de Arnaud Kalimuendo, involucrado en la carrera de Francia hacia la medalla de plata olímpica, Blas floreció como delantero y en la banda derecha, igualando su cifra de goles en la Ligue 1 del año pasado en sólo siete partidos.
En el primer partido en casa de Jorge Sampaoli como entrenador del Rennes, Blas dio un espectáculo, anotando un gol, dando dos asistencias a Amine Gouiri y Arnaud Kalimuendo y obteniendo un penalti contra Saint-Etienne. Esta vez, los aficionados del Rennes le dieron una gran ovación a su salida del terreno de juego. “Si sigue así ayudará mucho al equipo”, añadió el técnico argentino.
GFFN | Bastien Cheval
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