La llegada de Lilian Brassier al Olympique de Marsella en el verano de 2024 procedente de Brest fue inicialmente anunciada como una adquisición inteligente. El central de 25 años había demostrado ser un jugador confiable con el Brest, donde su compostura, habilidad aérea y conocimiento táctico lo convirtieron en una figura clave en su inspiradora carrera hacia el podio de la Ligue 1 y las riquezas de la UEFA Champions League. .

En lugar de quedarse en Brest, Brassier se respaldó y dio el paso adelante, dirigiéndose al sur de Francia y a un equipo del OM sin fútbol europeo por primera vez en cinco años.

Brassier empezó bien la temporada, disputando 10 partidos de la Ligue 1 y demostrando su característica resistencia. Su capacidad para despejar peligros (con un promedio de un alto número de despejes cada 90 minutos) subrayó sus instintos defensivos, mientras que su tasa de éxito en duelos aéreos (más del 65 %) demostró su fisicalidad en los momentos clave. Contribuyó a dos porterías a cero durante estas apariciones, destacando su impacto inicial. Sin embargo, el rendimiento empezó a decaer durante un período en el que el equipo concedió una serie de goles baratos respaldados por errores individuales, lo que refleja problemas más amplios dentro de la estructura defensiva de De Zerbi.

Brassier lucha por soportar el calor en OM

A pesar de las promesas iniciales, Brassier estuvo a la vanguardia de este malestar, con errores que se infiltraron en su juego. Un error sonado contra el Auxerre, donde una mala decisión desembocó en un gol crucial para el equipo ascendido, marcó un punto de inflexión. Un luchador De Zerbi, conocido por su exigencia de juego proactivo y preciso por parte de los defensores, supuestamente se sintió frustrado por los pases conservadores de Brassier y los errores ocasionales en el posicionamiento. El ex jugador del Brest fue enviado a la banca en las últimas semanas, con el versátil mediocampista Geoffrey Kondogbia a menudo desplegado como central de emergencia en su lugar.

Los críticos argumentan que la caída en la forma podría atribuirse a la presión de la transición a un club de mayor perfil como el Marsella. Brassier ha visto su tiempo de juego irse por la cancha. Con la ventana de transferencia de enero acercándose, abundan las especulaciones sobre las intenciones del Marsella de reforzar su línea defensiva, lo que probablemente hará que el defensor se vaya.

Al finalizar 2024, Brassier se enfrenta a un momento crucial en su carrera en Marsella. Recuperar la confianza y abordar las debilidades tácticas será crucial si espera recuperar su puesto titular, aunque esto no está garantizado dada la inminente ventana de transferencia. Sin embargo, a sus 25 años, el francés todavía tiene tiempo de su lado y la oportunidad de demostrar su valía en el entorno cada vez más exigente de la Ligue 1. Que eso ocurra en el Stade Vélodrome es otra cosa.

GFFN | Mohamed Alí



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